Las personas deprimidas sueñan hasta tres veces más que las demás.
Despertarse cansado después de varios sueños perturbadores es una experiencia común para muchas de las personas que están deprimidas.
Se ha demostrado que las personas deprimidas sueñan hasta tres veces más que las personas que no lo están, pero ¿A qué se debe esto? Las personas deprimidas sueñan hasta tres veces más que las demás.
La respuesta es sí y sabemos exactamente por qué.
El último conocimiento científico de los sueños nos dice que soñamos para fines biológicos y psicológicos específicos.
Metaforicamente hablando, lo sueños tratarán de sacar todas esas cargas emocionales que contuviste a lo largo del día. Esto se hace para que la corteza superior del cerebro (neocórtex) se libere para hacer frente a los acontecimientos del día siguiente.
Soñar literalmente, toma la "carga" de las preocupaciones. Sin embargo estos sueños son una parte muy diferente del dormir. Se le llama "sueño paradójico", ya que no es la parte del sueño que nos proporciona el descanso, sino que esta fase de sueño (REM), es cuando en realidad tenemos más hormonas de estrés, como la adrenalina en nuestro sistema.
Así que soñar de más, estresa al sistema y nos deja agotados para cuando despertamos. Si una persona que está deprimida se despierta cada vez que su sueño presenta el movimiento rápido de ojos (REM) los problemas de depresión podrían aumentar y pueden llegar a ser extremadamente ansiosos o maníacos como los problemas que ya sigue acarreando y el sueño no ayudaría más a esta persona.
La naturaleza a veces trata de evitar que la persona deje de soñar de más haciéndolos despertar en las primeras horas de la mañana para que pasen menos tiempo en el sueño. Esto se conoce como el síndrome de vigilia de la mañana.
A veces la solución podría ser simplemente salir a acampar, liberar estrés y reiniciar nuestro reloj biológico. Como mencionamos anteriormente.
Depresión
La depresión es un trastorno del estado de ánimo, que se traduce en un estado de decaimiento y claudicación psicológica y biológica del paciente importante y continuado, y se manifiesta a través de síntomas psíquicos (pudiendo aparecer desinterés, tristeza, desmoralización, disminución de la autoestima...) y somáticos (pudiéndose presentar en forma de pérdida del apetito, disminución del peso corporal, astenia, alteraciones del sueño con periodos de insomnio y de somnolencia, etcétera).
A la hora de realizar un diagnóstico correctamente se ha descartar los episodios de tristeza pasajera o frustración, que se consideran como una reacción natural de la persona ante acontecimientos negativos como las situaciones deduelo por la pérdida de un ser querido u otras como divorcios o separaciones; aunque si se prolonga más allá de los seis meses o es tan importante que sea incapacitante puede desembocar en lo que clínicamente se conoce como una depresión mayor.
¿Sufro realmente una depresión?
Se pueden presentar síntomas depresivos ante situaciones que conlleven un fuerte estrés, ya sea de tipo laboral, económico o de relaciones interpersonales, que irán remitiendo paulatinamente a partir de que desaparezca el desencadenante del estrés; es lo que se denomina trastorno adaptativo con estado de ánimo deprimido.
Igualmente hay que descartar las depresiones secundarias, que son aquellas que muestran síntomas depresivos pero que tienen su causa en problemas somáticos o están provocados por ciertos medicamentos.
Se trata de un problema muy frecuente, se estima que afecta a 350 millones de habitantes en todo el mundo, siendo, según la OMS, la primera causa de discapacidad mundial. Sólo en España se considera que la incidencia de trastornos depresivos es de un 5-9% de la población, aproximadamente 1,5 millones de personas, aunque al menos el 10-20% han padecido episodios depresivos en alguna etapa de su vida, en muchos casos nunca han sido diagnosticados ni tratados como tal.
Otro problema habitual en estos pacientes es que se calcula que la mitad de ellos abandona el tratamiento antes de los seis meses que recomiendan los expertos, lo que deriva en mayor número de recaídas y un aumento de las posibilidades de que el trastorno se vuelva crónico.
Tipos de depresión
Los diferentes tipos de depresión se clasifican en función a los síntomas que muestra el paciente.
Grupo A
- Duración no inferior a 2 semanas.
- No atribuible al consumo de sustancias psicoactivas o a trastornos mentales orgánicos.
- Humor depresivo no habitual en el paciente, constante durante todo el día y mantenido en el tiempo de forma casi constante. No varía con las circunstancias ambientales del sujeto, y persiste al menos durante 2 semanas.
- Pérdida o ausencia de interés por actividades anteriormente placenteras.
- Aumento de la capacidad de fatiga, o pérdida de la vitalidad habitual.
Grupo C
- Pérdida de la autoestima y de la confianza en uno mismo. Sentimiento de inferioridad no justificado prolongado en el tiempo.
- Auto-reproches constantes y desproporcionados con sentimiento de culpa excesiva e inadecuada.
- Pensamientos de muerte o suicidio recurrentes, incluyendo tentativas.
- Disminución de la capacidad de concentración y pensamiento. Suele acompañarse de falta de decisión.
- Aparición de lentitud de las funciones motoras, o agitación.
- Alteraciones del sueño.
- Variaciones del peso corporal por descontrol alimentario (aumento o descenso marcado del apetito).
Grupo D
- Presencia de síndrome somático, compuesto por alucinaciones, delirios, retardo psicomotor o estupor grave, concordantes o no con el estado anímico del paciente.
De acuerdo a estos criterios se puede clasificar el cuadro depresivo en:
Episodio depresivo leve
Presenta dos o tres síntomas del grupo B. Estos pacientes, por lo general, son capaces de continuar con sus actividades habituales con total normalidad.
Episodio depresivo moderado
El paciente presenta al menos dos síntomas del grupo B y un cierto número del grupo C, hasta conformar un mínimo de seis síntomas. Estos pacientes presentan dificultades manifiestas para el desarrollo de las actividades habituales.
Episodio depresivo grave
El paciente presenta al menos dos síntomas del grupo B y un cierto número del grupo C, hasta conformar un mínimo de seis síntomas. Estos pacientes presentan dificultades manifiestas para el desarrollo de las actividades habituales.
Episodio depresivo grave
Presentan todos los síntomas del grupo B, unidos a varios del grupo C, hasta conformar un mínimo de ocho síntomas. Estos pacientes presentan una situación emocional marcadamente ligada a la angustia, especialmente con pérdida de autoestima y sentimientos intensos de culpa e inutilidad.
En estos episodios cobran relevancia los intentos de suicidio, asociados a la carga somática, principalmente en los pacientes de sexo masculino, por lo que estos pacientes deben ser controlados de forma constante e incluso, en determinados casos, se debe valorar la hospitalización del paciente. En esta fase pueden aparecer asociados síntomas del grupo D.
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